Historias de la Nueva Era: La fábula de la rana y el escorpión
Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó
un escorpión, que le dijo:
—Amiga rana, ¿puedes ayudarme a cruzar el río? Puedes llevarme a tu
espalda…
—¿Qué te lleve a mi espalda? —contestó la rana—. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco!
Si te llevo a mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás.
—No seas tonta —le respondió entonces el escorpión—. ¿No ves que si te
pincho con mi aguijón te hundirás en el agua y que, yo, como no sé nadar,
también me ahogaré?
Y la rana, después de pensárselo mucho, se dijo a sí misma:
—Si este escorpión me pica a la mitad del río, nos ahogamos los dos. No
creo que sea tan tonto como para hacerlo.
Y entonces, la rana le dijo al escorpión:
—Escorpión, lo he estado pensando y te voy a ayudar a cruzar el río.
El escorpión se colocó sobre la espalda de la rana y empezaron juntos a
cruzar el río.
Cuando habían llegado a la mitad del
trayecto, el escorpión picó con su aguijón a la rana. De repente la rana sintió
un fuerte picotazo, y cómo, el veneno mortal se extendía por su cuerpo.
Mientras se ahogaba, y veía cómo, también con ella se ahogaba el escorpión,
pudo sacar las últimas fuerzas que le quedaban para decirle:
—No entiendo nada… ¿Por qué lo has hecho? Tú también vas a morir.
Y entonces, el escorpión le respondió:
—Lo siento ranita. No he podido evitarlo. No puedo dejar de ser quien soy,
ni actuar en contra de mi naturaleza, de mi costumbre, y de otra forma distinta
a como he aprendido a comportarme.
Y poco después de decir esto, desaparecieron los dos bajo de las aguas del
río.
El PSOE es ese partido republicano, pero que defiende y justifica a la
monarquía, y lo que es más grave, la impunidad de los monarcas.
Es ese partido que se declara federal, pero que, tras casi veinticinco años
de gobiernos tras el franquismo, algunos en mayoría absoluta, no solo no ha
dado un paso para hacer de España un país federal, sino que a la primera
oportunidad que ha tenido, le ha quitado competencias a las Comunidades
Autónomas (que vendrían a ser un sucedáneo de ese federalismo).
Es ese partido que se declara de izquierdas, pero que, siempre que le han
salido los números, ha pactado con la derecha.
Es ese partido con una base de gente verdaderamente de izquierdas, pero con
una cúpula de dirigentes y ex dirigentes, de derechas, que se autodenominan
barones, lo que ya da una idea de sus verdaderos sentimientos aristocráticos.
El PSOE es ese partido que en campaña electoral promete políticas de
izquierdas, pero cuando alcanza el poder se pliega a los intereses de las
oligarquías del país, renegando incluso del único presidente socialista
(Zapatero), que se atrevió a hacer políticas sociales progresistas.
El PSOE es ese partido de izquierdas que nunca ha tenido valor de meterle
mano a la Iglesia, ni tan siquiera para reclamarle los bienes e inmuebles que
se apropiaron.
El PSOE es ese partido acomplejado, que actúa con cobardía cuando gobierna,
bailando al ritmo que le marca la derecha y extrema derecha, perdiendo el
tiempo en defenderse de sus ataques e insidias, o confabulándose con ella, en
lugar de atacarla.
El PSOE es ese partido de izquierdas que, gobernando el país
aproximadamente el mismo número de años que el PP, se encuentra constreñido en
una telaraña de jueces y fiscales de derecha y extrema derecha, que son quienes
realmente deciden la ideología política que se puede aplicar, por encima del
deseo mayoritario de los ciudadanos con sus votos, y disponiendo incluso, lo
que un Parlamento democrático puede o no, debatir y aprobar.
El PSOE es también ese partido que, con esos años de gobierno a sus
espaldas, no ha intentado limpiar unos cuerpos de seguridad parasitados por
fascistas, que campan impunemente por esas cloacas del estado, expandiendo
mierda sobre los “enemigos de la patria” y del libre mercado, con la
colaboración de corruptos “presuntos periodistas”, sin ética ni dignidad.
El PSOE, como el PP, siempre se ha sentido cómodo moviéndose por las
llamadas “cloacas del estado”. Hace muchos años, durante los gobiernos de
González, al que se movía por esas cloacas como por su casa, le llamaban
“fontanero”; pero tras tantos años de gobiernos socialistas ¿Parece lógico que
la derecha y ultraderecha, se haya apoderado en exclusiva del entramado del
verdadero poder? ¿Tan inútiles han sido, como para no haber sabido, ni podido,
colocar, al menos para compensar, a miembros del poder judicial y mandos de
policía y guardia civil, con verdadero sentimiento democrático?
Viendo y escuchando a esos poderosos “barones”, la carrera que han hecho
con posterioridad a dejar la política activa, atravesando esas puertas
giratorias que llenan sus cuentas corrientes, y sus discursos carentes de
diferencias con los de la derecha, la conclusión a la que llego es que no ha
sido por incapacidad, sino porque eso responde a su verdadera ideología. La de
quienes mandan en el partido, por encima de los deseos de sus bases.
El PSOE no le ha hecho ascos a dejar subir a sus lomos a personajes
corruptos, “fontaneros” de esas cloacas al servicio de la derecha, con un
historial tan manchado como el ahora conocido en todo el país (en Catalunya ya
lo conocíamos), Pérez de los Cobos, y claro, el escorpión es fiel a su
naturaleza y acaba por picar a la rana, con la diferencia de que a este
escorpión hay muchos voluntarios para lanzarle salvavidas y evitar que se
ahogue; judicatura, partidos políticos de derecha y extrema derecha, sicarios
de los llamados “medios de comunicación”…
Como suele pasar en la vida real, en esta fábula tan solo se ahogará la rana… por falsa y gilipollas, y es que, además, este escorpión se cubre con tricornio.
Día 77
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