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martes, 26 de junio de 2018

LAS HOGUERAS DE SAN JUAN

De toda la vida ha existido una gran rivalidad entre los barrios de La Merced y Finestrelles separados tan solo por la montañeta de "los depósitos del agua". Cualquier excusa era suficiente para resolver la cuestión a pedradas e incluso la mayoría de las veces no eran necesarias ni las excusas. En asuntos de piedras no había color y el porcentaje de descalabrados se podría cuantificar en 100 a 1 a nuestro favor, probablemente porque sus calles estaban civilizadamente asfaltadas y las nuestras rústicamente terrizas con excedentes de munición para poder practicar. Para nuestra desgracia el colegio donde íbamos a parar la mayoría de los finestrellenses cuando acabábamos el preescolar, estaba en su barrio y las salidas de clase en los atardeceres luminosos una vez acabado el invierno, se convertían en una especie de salida de las 24 horas de Le Mans, ladera arriba, para intentar alcanzar la loma de los depósitos antes que los rivales. Ellos para no dejarnos llegar a nuestro barrio y nosotros para acosarlos desde las alturas.

El barrio de La Merced fue una creación franquista del ministerio de la vivienda que inauguró el ministro del ramo de por entonces José Solís, conocido como "la sonrisa del Régimen" y que, entre otras, tuvo a bien "negociar" la entrega del Sahara Español a Marruecos en los días de la "marcha verde".
Para los niños nuestro barrio era el mejor, nuestra fiesta mayor mejor, nuestras hogueras de San Juan las más grandes...
En esta verbena de San Juan prendieron fuego a la ladera del barrio de La Merced, no voy a detallar el hilarante espectáculo ofrecido por bomberos y policías en su intento de llegar al incendio a través de nuestro barrio, coches y camiones que entraban en una calle, volvían a salir, aparecían por otro lado... por no hablar del coche de los mossos y camión de bomberos que ante nuestro asombro y entre la negrura nocturna, aparecieron de no se sabe dónde ni cómo por el camino de las aguas abajo, desde Sant Pere Mártir. Bueno. al final y media hora más tarde de comenzado el show, lograron alcanzar el objetivo.
Así que, al día siguiente, los Finestrellenses, que no íbamos a ser menos que nuestros odiados vecinos, prendimos fuego a nuestra ladera de este lado de los depósitos... "¿quemáis vuestra ladera?... Pues nosotros la nuestra... y así toda una vida...Si vale no ha sido esto, pero habría sido una buena historia.
Estás fotos (tomadas a unos trescientos metros), son del incendio lado Finestrelles del día 24. Y por cierto, los bomberos pese a su experiencia del día anterior, siguen sin enterarse