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sábado, 23 de septiembre de 2023

Los nuevos Gremlins


Después de escuchar estos días a los Redondo, Gonzáles, Guerra... he llegado a la terrible conclusión que los políticos en realidad son Gremlins infiltrados entre nosotros, solo que, pese a que al principio comparten su aspecto de muñecos de peluche para “camelarse” a niños (en el caso de aquellos), y a adultos y pensionistas (en el de los otros), los Gremlins políticos, disfrazan su ser, con aspecto “similar” al humano.

Con los Gremlins clásicos, se deben cumplir tres reglas básicas: no darles de comer después de medianoche, no mojarlos y, sobre todo, jamás debe darles la luz.

Con los Gemlins políticos, también hay que cumplir tres reglas básicas muy similares: no darles de comer para toda la vida “mediante las puertas giratorias” (estos también se pueden distinguir, porque deben cambiar el tamaño de la chaqueta, por una mayor cada año); no dejarles que se mojen el interior del estómago con todo tipo de alcoholes destilados, y sobre todo, jamás sacarlos a la “luz” pública. Esto último ya se sabe que es muy difícil de conseguir porque, precisamente la “luz pública”, está en manos de otros Gremlins con aspecto de dueños de los medios de comunicación, y allí tienen otros colegas para ayudarles (Losantos, Tesch, Inda, Ferreras, Griso, Quintana, etc.), todos ellos y ellas, con un vínculo en común que se destila de las uvas y, además, mayormente son seguidores del Madrid (básicamente porque allí está el Gremlin Mayor, llamado Florentino). Pero si esto ocurre (lo de salir a la luz, también llamada “palestra”), hay que hacer lo posible para devolverlos a sus madrigueras e incluso, en el caso de muchos de ellos, meterlos en una jaula que es el sitio más seguro. En casos desesperados, lo ideal es ignorarlos, aunque tengamos que contenernos las ganas de meterlos en la batidora (ver película).

El problema de los Gremlins es que, como nos instruyó la película hace varias decenas de años, una vez comen y se mojan, dejando a la luz su verdadero aspecto, no todos se comportan igual. Hay Gremlins gamberros, ladrones, estafadores, asesinos, torturadores… (entre los bichos políticos y los otros). Una cosa sí es común en todos ellos, cuando se han incumplido esas tres reglas y les salen esos bultitos, que saltan de ellos al exterior generando un Gremlin contaminado, el saltador siempre es de extrema derecha. Los Gremlins que formaron el grupo pandillero llamado VOX, vieron la luz saliendo del cuerpo del PP, y los Gremlins que salieron del PPSOE, también han sido de extrema derecha, de ahí los González, Guerra, Gusana Díaz… y tantos más. Pero ojo, que esos conocidos solo son los que han salido a la luz (o sea han incumplido las tres reglas), pero hay muchos otros que están ahí, dentro de esa especie de furúnculos, esperando su momento de luz. Es decir, continúan dentro de su mismo Partido, pero ya son de extrema derecha, seguramente porque ya lo eran cuando entraron en ellos, pero era un hogar más cómodo que las madrigueras. Como ejemplos de estos, los García Page, Lambán, Aznar, Díaz Ayuso, Oreja, Robles… y unos cientos más.

El común entre todos ellos, es que siempre salen a la luz para recordarte que, tu forma de vida, propiedades, tu país (sea cual sea) e incluso tu vida, están en peligro si haces caso omiso a sus advertencias, y se pasan la vida gritándote “que viene el lobo”, para que vigiles su rebaño y su hacienda, mientras entran en tu casa a vaciarte la despensa.