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miércoles, 14 de abril de 2021

Historias de la Nueva Era: Si, yo me he vacunado para que me quiten la libertad y enriquecer a los laboratorios


No he probado la cocaína, heroína, éxtasis, ni otras sustancias similares en mi vida.

La única raya que me he "pasado" en algún momento, es la línea continua de una carretera.

Los porros que me he fumado en 65 años se pueden contar con los dedos de una mano.

No soy abstemio, pero básicamente, el alcohol no me gusta y confieso ser adicto a la coca cola.

Tengo los achaques propios de mi edad, entre los que no se incluye una malformación o descontrol de la mandíbula, achacable a sorprendentes efectos secundarios de la “emotividad”.

Y si, utilizo las redes sociales (por eso me estás leyendo, si te interesa lo que digo y te lo agradezco), y además consumo medicamentos, por lo que contribuyo a las fortunas de esos multimillonarios (Gates, Zuckerberg...).

Acostumbro a salir a la calle vestido, por lo que ayudo a la fortuna de gente como Amancio Ortega y soy consciente que, utilizando ropa de los comercios de ese señor, e incluso del mercadillo, soy "cómplice necesario" para mantener el esclavismo y abuso infantil del tercer mundo.

Me gusta el futbol y resto de deportes, por lo que también soy consciente que contribuyo a mantener unos personajes engreídos, mimados y multimillonarios, que creen estar por encima de los demás y el bien y el mal, por patear un balón o meter la pelotita en una canasta sujeta a un palo.

Consumo alimentos (seguramente por encima de mis necesidades), que mayoritariamente compro en Mercadona, por lo que ayudo a llenar la bolsa de la “familia” Roig y de otros especuladores alimentarios como carrefures y demás.

Compro asiduamente por internet, por lo que aporto a las fortunas escondidas tras grandes empresas, con políticas de explotación de sus trabajadores.

 

Evidentemente, mi currículo no da para protagonismos en programas en prime-time, ni por mis costumbres, estilo de vida, o por mis actos como “asesino de las Azores”, pero entiendo la utilidad de dar voz (luz y taquígrafos), a esas figuras, como Miguelito Bosé, para que nos iluminen con “la verdad”. No por su verdad, sino la verdad absoluta, tras descubrir de donde le viene esa ciencia infusa, según la cual, el meterse unos gramos de coca al día, y mezclarlos con el resto de sustancias, les hace crecer en creatividad, y que puedan dar ese mensaje definitivo, que no debe caer en saco roto, “niños y niñas, podéis meteros de todo y chutaros a gusto, que el día que queráis, solo basta que, subiendo (o bajando) una escalera, os digáis, “mañana lo dejo”, y ya está. Desde ese día se acabó, sin monos ni más mentiras”.

 

Pero, sobre todo, el mensaje es “”no os vacunéis, porque esto es una mentira creada en el “foro de Davos”, para quitaros la libertad y enriquecer a los laboratorios. A saber que mierda os están metiendo en el cuerpo. No como las cosas que yo me metía, que servían para acrecentar mi inteligencia””.

 

Por mi parte solo puedo confesar, que deseo que nadie me haga caso cuando propago mi vacunación, porque yo solo soy un pedazo de carne al servicio de los verdaderos poderes que dominan la tierra, y obviamente, un desinformado que no sabe beber de las fuentes de la sabiduría, por lo que no cabe duda que hay que seguir los consejos de ese profeta (y sus seguidores), aunque te lo digan con voz de ultratumba y la mandíbula bailando el “Bandido”, de un hombro a otro.

Por cierto, lamentablemente para mí, entre mis defectos también está el de ser ateo, y claro, no me llegan los mensajes de dios, que envía a través de uno de sus portavoces en la tierra. Esos señores con faldones de señoras, bordados de oro, que nos iluminan desde sus tronos.





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