Historias de la Nueva Era: El nuevo mundo
El 20 de junio nos entreabrieron
una puerta para que nos asomásemos a ese mundo que nos había estado vedado
durante toda la primavera, y como estaba previsto, los ciudadanos la empujamos
para salir, y resarcirnos en lo posible, de la asfixiante falta de libertad en
la que habíamos vivido. Nosotros no fuimos menos, y naturalmente intentamos
acapararlo al máximo, aunque en realidad no dejaba de ser como pegar puñados a
la arena del mar.
El nuevo mundo que nos
encontramos se podría denominar como el del post-apocalipsis. Un mundo
semitapado por las mascarillas, lleno de restricciones poco definidas. Un mundo
de calles semivacías y comercios cerrados o poco concurridos. Sobre todo, un
mundo temeroso.
El 9 de julio estrenamos coche, y como el que no quiere la cosa, entre ese y los dos meses siguientes le hicimos más de 5.000 kilómetros. Fueron todos viajes de un solo día, porque en el fondo se trataba de aprovechar el tiempo, temiendo, porque así lo sentíamos, que ese periodo solo era un paréntesis y que más pronto que tarde volveríamos al redil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario