Asesinados de primera y de segunda
La costumbre del minuto de escombros, cuerpos desmembrados, y
lo que a los occidentales nos parecen aspavientos y muestras exageradas de
dolor, con que nos obsequian los informativos casi a diario en los atentados de
Líbano, Siria, Bagdag, etc. deja a estas gentes como víctimas de segunda, de
igual forma que malviven como ciudadanos de segunda. Estas gentes también
tienen padres, hijos, amigos, etc., y también tendrán que convivir con el dolor
el resto de su vida, pero ni tan siquiera tendrán el consuelo de que el medio
mundo que se auto nombra civilizado, pare su rutina habitual para recordarlos;
traslade sus centros operativos allí, lleve tres días con monográficos
repitiendo una y otra vez las mismas informaciones, nos inculque que eso
también podría habernos pasado a nosotros e inunde los acontecimientos
mundiales de banderas y repetición del himno, como si esos símbolos fuesen de
solidaridad, cuando no cabe duda de que son “separadores de trasfondo bélico”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario